Der Totensonntag, auch Ewigkeitssonntag genannt, ist in den evangelischen Kirchen Deutschlands und der Schweiz ein Gedenktag für die Verstorbenen. Er findet immer am letzten Sonntag vor dem Advent statt und markiert zugleich das Ende des Kirchenjahres. Eingeführt wurde er 1816 von König Friedrich Wilhelm III. in Preußen, motiviert durch die Trauer um seine Frau Königin Luise, die Gefallenen der Befreiungskriege und das Fehlen eines Totengedenktags im evangelischen Kalender.
El Domingo de Difuntos, también conocido como Domingo de la Eternidad, es un día de recuerdo de los difuntos en las iglesias protestantes de Alemania y Suiza. Siempre tiene lugar el último domingo antes de Adviento y también marca el final del año eclesiástico. Fue introducido por el rey Federico Guillermo III de Prusia en 1816, motivado por el luto por su esposa, la reina Luisa, los caídos de las Guerras de Liberación y la falta de un día de recuerdo a los difuntos en el calendario protestante.
An diesem Tag wird in Gottesdiensten an die Verstorbenen gedacht, ihre Namen verlesen, und die Gläubigen besuchen die Gräber ihrer Angehörigen. Der Totensonntag ist in Deutschland ein „stiller Feiertag“ mit Einschränkungen bei öffentlichen Feiern und lauter Musik. In Bayern herrscht beispielsweise am Totensonntag ein striktes Tanzverbot, das von 2 Uhr morgens bis Mitternacht gilt. Laute und ausgelassene Musik ist ebenfalls untersagt.
En este día se recuerda a los difuntos en los oficios religiosos, se leen sus nombres y las personas visitan las tumbas de sus seres queridos. En Alemania, el Domingo del Recuerdo es una «fiesta silenciosa» con restricciones a las celebraciones públicas y música de alto volumen. En Baviera, por ejemplo, está totalmente prohibido bailar desde las 2 de la madrugada hasta medianoche del Domingo de Difuntos.
Der Tag unterliegt damit denselben Regelungen wie der Volkstrauertag oder der Buß- und Bettag. Gastwirte, die gegen dieses Verbot verstoßen, müssen mit finanziellen Sanktionen rechnen. Hamburg wiederum, das sich historisch durch eine stärkere Trennung von Kirche und Staat auszeichnet, verzichtet auf eine solche gesetzliche Regelung.
Por tanto, este día está sujeto a las mismas normas que el Día del Recuerdo o el Día de la Oración y el Arrepentimiento. Los bares que infrinjan esta prohibición serán sancionados económicamente. Hamburgo, en cambio, que históricamente se ha caracterizado por una mayor separación entre Iglesia y Estado, no cuenta con una regulación legal de este tipo.
Der Tag verbindet Besinnung mit der christlichen Hoffnung auf Auferstehung und Ewigkeit und bietet Raum für Trauer und stilles Gedenken.
La jornada combina la reflexión con la esperanza cristiana de la resurrección y la eternidad, y ofrece un espacio para el luto.